AURORA MARTÍNEZ Mediterráneo, 23-03-12
Precisamente, el pasado Domingo día 18 de los corrientes los profesores A. Steingberg y Krivoy, el primero neurocirujano pediátrico del Hospital de Zaherí Tsedek y el segundo del hospital Rambam, ambos en Israel, hablaban sobre el valor de la vida, desde el punto de vista religioso hebraico y médico, a la vez. Todo esto se desarrolló en el programa religioso judío de RTVE, SHALOM.
¿Quién me iba a decir a mi que horas después, se iba a producir una masacre en el colegio judío de Toulouse?. Un motivo más para llorar ante el muro de las lamentaciones en Jerusalén. Niños inocentes acribillados por un loco asesino cuya mente ha sido manipulada en beneficio de terceros. En el momento que escribo el presente artículo, todavía no se ha producido el desenlace final, es decir la detención del asesino, pero estoy segura que la gendarmería francesa hará lo imposible para detenerlo vivo, para ser juzgado.
Tengo algunos amigos pertenecientes a la comunidad judía sefardí, los que hablan en ladino, los judíos españoles, y yo misma, por apellidos, soy descendiente de judíos conversos españoles. Les he transmitido mi pesar. Y también desde aquí transmito mi sentimiento de dolor a los familiares de los niños y adulto asesinados, así como a la comunidad hebraica francesa y al país vecino en general.
Decían los profesores antes citados que la Torá, libro sagrado judío, contenido en el Pentateuco, habla sobre la volatilidad de la vida humana y que solo el Todopoderoso tiene la capacidad de entendimiento para aceptar el inicio y fin de la vida del ser humano.
No nos encontramos ante un caso similar a la noche de los cristales rotos, sino ante un acto aislado de venganza centrado en seres inocentes.
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