AMPARO MARCO Mediterráneo, 21-11-2012
El Ayuntamiento de Castellón manejará en 2013 un total de
163 millones de euros (para que nos entendamos: más de 27.000 millones de las
antiguas pesetas), un presupuesto que debería tener como destino final mejorar
la calidad de vida y solucionar los problemas de los ciudadanos. Esa es la
teoría, porque en la práctica las cuentas que ha planteado el Partido Popular
se dirigen, casi exclusivamente, al pago de los intereses de los bancos. El
dinero de los impuestos de los castellonenses no irá a asfaltar calles ni a
acabar con el caos del tráfico, se destinará a pagar los platos rotos que
rompió Alberto Fabra y ahora recoge Alfonso Bataller.
El proyecto de presupuestos que ha presentado el equipo
de gobierno del PP es un presupuesto inútil para Castellón. El Ayuntamiento
está intervenido por el Gobierno central y tutelado por la Generalitat.
Pagaremos más impuestos y más tasas, pero la recaudación solo servirá para
pagar los préstamos y créditos que los populares han contratado en los últimos
años para financiar una gestión irresponsable. En los tiempos de vacas gordas,
el Ayuntamiento no solo no supo guardar para el invierno, sino que gastó lo que
no tenía. Aquellos polvos trajeron esos lodos.
Cada euro que entra por la puerta sale por la ventana.
Así no puede funcionar bien un Ayuntamiento. La crisis obliga a la
Administración a ser más escrupulosa que nunca con el dinero público y resulta
inconcebible que Bataller no sepa qué hacer para sacar a Castellón del pozo de
sus miserias. La gestión financiera es catastrófica y lo peor de todo es que
los que han sido causantes de nuestras desgracias quieran convertirse en los
salvadores de la patria. No. El PP está incapacitado para gobernar el futuro de
Castellón. Los ciudadanos ya se están dando cuenta de ello.
Los socialistas hemos analizado a fondo el detalle del
presupuesto y presentaremos las enmiendas necesarias para corregir el sentido
de unas cuentas fracasadas antes de empezar. Buscaremos lo mejor para
Castellón, que en estos momentos no puede ser otra cosa que reforzar las
políticas sociales para ayudar a quienes peor lo están pasando y crear empleo.
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