IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 20-11-2012
Esta comunidad ni está en
condiciones ni se merecen los ciudadanos, que cuando el presidente Fabra se
reúne con el presidente Rajoy sea para tomar un café y que hablen de sus
aficiones a nadar o correr. Todo ello me parece una frivolidad y una
banalización que sin duda no nos merecemos. El presidente Fabra debiera de
haber reivindicado y planteado tantos y tantos problemas que tiene nuestra
Comunidad, desde la financiación, la deuda a tantos colectivos que están
poniendo en riesgo y como consecuencia a las prestaciones a los ciudadanos, las
infraestructuras pendientes básicas muchas de ellas para mejorar las
condiciones de nuestra economía, mejoras para nuestro sector industrial,
nuestra pequeña y mediana empresa, nuestra agricultura, nuestros sectores
productivos, nuestro turismo y mientras tanto el señor Fabra explicaba
tranquilamente que fue una entrevista de café.
Si esto lo considero un signo inequívoco
de incapacidad, igualmente las declaraciones del responsable de la sanidad
Valenciana, donde afirmaba que en una situación como la actual, el saber que
tenemos asegurada la prestación sanitaria es un alivio. Me parece que solo se
puede corresponder a un desconocimiento de la realidad o a la no aceptación de
la misma.
Realizar tales afirmaciones
cuando los recortes en derechos a los trabajadores están a la orden del día y
desde luego a los derechos de los ciudadanos como usuarios, tales como la
exclusión de las prestaciones sanitarias a los colectivos más desfavorecidos,
los diversos copagos que ponen en riesgo a muchos ciudadanos sobre todo a los
mayores, pensionistas, discapacitados, dependientes, que en ocasiones tienen
que priorizar y están abandonando tratamientos poniéndose en riesgo. Pues bien,
habitualmente desde el P.P. se actúa no reconociendo la realidad o intentando
desmentirla. Pero evidentemente cuando todo esto está sucediendo, tarde o temprano
se presenta la cruel realidad, tal y como lamentablemente ha sucedido hace unos
días en Castellón. Cuando una mujer joven Marroquí afecta de un cáncer con
metástasis, se le ha negado su tanda de quimioterapia y a darle recetas con
analgésicos para calmar los dolores, porque en el sistema ya no aparecía al ser
una inmigrante sin papeles. Cuando se denuncia el tema se llama a la paciente y
se le atiende.
Esto no es un caso puntual, es la
consecuencia de un RDley que sustenta las decisiones. RD que es insolidario,
inhumano, xenófobo y que tal y como he dicho en otras ocasiones, tendrá
repercusiones personales y de salud pública.
Ustedes se imaginan que le
hubiera pasado a esta paciente, si en lugar de denunciar se va a su casa y no
hubiera dicho nada. Pues hubiere seguido con su dolor y no quiero seguir con
las consecuencias posteriores. Una vergüenza. Una sociedad no puede permitirse
estas situaciones, si se valora a sí misma. El P.P. ha roto un consenso que se
consiguió en esta sociedad hace años, el
derecho a una sanidad universal, equitativa, solidaria y de calidad. Con el
P.P. está saltando por los aires y con consecuencias crueles para los
ciudadanos sobre todo para los ciudadanos que quedan excluidos por diversas
razones.
Hay que exigir al P.P , que dejen de actuar con esta
banalización de la política. Deben de tomar decisiones urgentes, por ejemplo si
no lo hacen en las farmacias no solo
habrá colas y peregrinajes para obtener un medicamento, si no que faltaran
medicamentos con graves consecuencias para la salud.
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