AURORA MARTÍNEZ Mediterráneo, 11-05-2012
Y…seguimos, día tras día, recibiendo noticias que
en lugar de darnos esperanzas y optimismo de que en un futuro, no excesivamente
lejano, las cosas en nuestro país van a
mejorar, lo único que vemos es que no vemos, valga la redundancia, la luz al final del túnel.
La realidad nos demuestra que las cosas no solo
son complicadas sino que los problemas que nos acucian están interrelacionados
con una gran serie de elementos que, sin intervenir directamente, influyen en
un desarrollo positivo o negativo. La zona Euro está en crisis y esto es
evidente. Unos países más y otros menos, pero todos tienen problemas.
No soy partidaria de hacer premoniciones y menos
en temas tan delicados como la política y la economía, pero pienso que sabiendo
que la capacidad de aguante de la mayoría de los países de la Eurozona es
limitada, las organizaciones tales como el FMI, el BCE y los demás organismos
de control financiero, deberían actuar de forma tal que todas las naciones
tomasen medidas adecuadas pero sin desequilibrar la estabilidad social hasta
tal punto que se ponga en peligro la propia continuidad de la sociedad nacional
como país independiente y autónomo.
Los resultados de las elecciones en Francia han
dado un giro a la tendencia política en Europa, en los últimos tiempos. Por
poca diferencia, pero el pueblo francés ha elegido a François Hollande, líder socialista, como nuevo presidente.
Lamentablemente, Nicolás Sarkozy ha
utilizado a España como ejemplo de lo
que podría ocurrir en Francia si el pueblo votaba al partido socialista. Me
parece mal, muy mal. Al Sr. Sarkozy
habría que hacerle algunas reflexiones y preguntarle el porqué del descontento
del pueblo francés.
Son tiempos convulsos.
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