miércoles, 11 de abril de 2012

AJUSTE DEL DESBARAJUSTE

AMPARO MARCO                                   Mediterráneo, 11-04-2012

El Ayuntamiento de Castellón ha sido rescatado por el Gobierno igual que Grecia fue rescatada por la Unión Europea. El equipo de gobierno del Partido Popular había guardado en el cajón 2.466 facturas que sumaban 46,7 millones de euros, es decir, casi 8.000 millones de las antiguas pesetas. Una deuda que estaba asfixiando a muchas empresas, porque habían prestado servicios al Ayuntamiento hace meses, o incluso años, y no cobraban. Entre los acreedores municipales había una empresa que se ha visto obligada a cerrar y otra que ha tenido que hacer un ERE. Así es como gobierna el Partido Popular: castigando a la ciudadanía.
La principal consecuencia de esta situación es que el Ayuntamiento se ha visto obligado a aprobar un plan de ajuste para poder pagar esa deuda supermillonaria, porque el dinero nos lo deja el Gobierno, pero hay de devolverlo. Rajoy no regala nada. Y para poder pagar los intereses, el alcalde de Castellón y su equipo económico han anunciado que subirán los impuestos y las tasas municipales. Pagaremos más para recibir peores servicios (porque habrá menos dinero para pagarlos) y encima no habrá ninguna inversión. El Ayuntamiento no podrá ni cambiar las farolas estropeadas o reparar las aceras.
Pagaremos más por menos y todo debido a la mala gestión del PP, a su incapacidad para gestionar económicamente el Ayuntamiento. Pagaremos más impuestos y pagaremos, sobre todo, su incompetencia. Estamos ante un caso de grave irresponsabilidad política, pero también es una triste aportación a la gran crisis que está sufriendo Castellón. ¿Quién ha permitido esto? ¿Quién se ha dedicado a gastar por encima de sus posibilidades? ¿Quién ha generado toda esta bola de impagos que si no fuera por el Real Decreto 4/2012 no habría visto la luz? Con la nueva Ley de Transparencia, más de un concejal quedaría inhabilitado para ejercer cargos públicos.
Alfonso Bataller fue elegido por el PP para poner orden en las cuentas municipales, pero en menos de un año ha demostrado que no sabe, no quiere o no puede controlar a sus concejales.
Cuando les llegue el recibo del IBI a casa dentro de unas semanas, acuérdense de lo que hoy les digo.

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