Escribo éste artículo en sábado, el día de reflexión y lo hago hoy porque el domingo estaré en una mesa electoral como interventor y el lunes debo de estar en las Cortes Valencianas en el debate de presupuestos. Hago éste preámbulo, para explicar que el artículo lo escribo sin conocer los resultados electorales del día 20 de noviembre.
Es evidente que las encuestas han ido en un sentido, pero la última palabra la habrán tenido los ciudadanos y por lo tanto su decisión es la que vale, nos guste más o menos a aquellos que estamos implicados en un partido político. Pero haya sido cual fuere el resultado, hay temas que son evidentes bajo mi punto de vista y que son exigibles a quien gobierne a partir de los resultados del 20 N.
Hay que trabajar en beneficio de la mayoría de los ciudadanos, priorizando en aquellos que tienen más problemas, en los más desfavorecidos. El empleo es una prioridad, hay que generar confianza y revitalizar nuestros sectores productivos, hemos de cumplir con nuestras obligaciones como País, pero cuidado con los recortes.
Creo que gran parte de la solución está en más Europa, en una Unión Europea con instituciones fuertes y capaces de poder decidir, pero entre todos, no solo algunos y desde luego ser solidarios. Pero todo ello se debe de realizar desde la política y me preocupo cuando escucho, que han de ser los técnicos o los gestores, no, hemos de ser capaces de actuar desde la política, contando con buenos técnicos. No se puede intentar acallar la voz de los ciudadanos a través de sus decisiones libremente realizadas al elegir sus representantes y que éstos sean sustituidos por técnicos, mercados,.. Hemos de reivindicar el valor de la política y del sistema democrático que nos hemos dado libremente y tener respuestas en consonancia.
Pero si es verdad, lo de más Europa y que se han de tomar decisiones conjuntas, también es necesario que los gobiernos actúen de acuerdo con sus particularidades y han de tener sus propias acciones de gobierno y aquí es donde quiero incidir en lo que me refería anteriormente sobre cuidado con los recortes.
En nuestro País nos hemos dado un confortable Estado del bienestar, donde se han conseguido derechos claros y que suponen una mayor igualdad en la sociedad. Así el derecho a la educación, fundamental de presente y de futuro y clave para la salida a la situación en la que estamos o el derecho a la sanidad, universal, gratuita, equitativa, donde todos los ciudadanos tengan las mismas posibilidades de acceso y utilización al sistema, es un derecho de ciudadanía y además cohesiona socialmente o los derechos adquiridos a través de la ley de la dependencia, que se preocupa por aquellos con más problemas en nuestra sociedad que tienen dependencia física o psíquica o el derecho a las pensiones y tantos otros que se han ido adquiriendo a lo largo de estos años.
Pues bien los ciudadanos debemos de exigir que no se recorten en éstos derechos que incidirían de manera clara en la forma, modo y calidad de vida de vida de presente y futuro y ni un paso atrás ante estos derechos y recordemos que no hay derechos que sean irreversibles.
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