IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 03 - 07 - 2012
Hace tiempo que vengo diciendo
que el P.P. con las medidas que está tomando, está provocando el mayor ataque
contra la sanidad pública que se recuerda y a los derechos de los ciudadanos.
A las medidas de ajustes, que son
auténticos recortes, que inciden sobre las prestaciones y sin duda sobre la
calidad de las mismas, se une el medicamentazo, donde al injusto e insolidario
copago, que cae como una losa sobre los ciudadanos en general, pero sobre todo,
sobre los más desfavorecidos, los mayores, los pensionistas, que al tener que pagar un 10% de lo que consuman
en medicación y sin duda excederse en muchas ocasiones de los 8 o 18 euros que
según el RDley deben de pagar al mes, esto evidentemente supondrá que estarán
subvencionando ellos por adelantado el gasto, que posteriormente en 3 0 6 meses
les devolverán la diferencia, pero que ellos deberán de abonar de inmediato al
comprarlos, creándoles sin duda en muchos casos problemas, pues al pago de las
medicinas, se sumara la subida de la luz, el agua, el gas, los impuestos y
dentro de poco deberán de pagar otras prestaciones (prótesis, oxigenoterapia
domiciliaria, dietas terapeúticas, trasporte no urgente), en definitiva se les
producirá un grave perjuicio que en muchos casos les llevará a tener que
decidir que consumen de forma prioritaria.
Además se han excluido de la
cobertura sanitaria un grupo de 426
medicamentos de uso cotidiano, que es falso que en muchos casos sean de baja
capacidad terapeútica. La verdad es que el P.P. lo que está buscando es una
forma de ahorrar, pero cabe recordar que nuevamente esta medida recaerá sobre
los más necesitados, aquellos que tienen más dificultades y sin tener en cuenta
los efectos sanitarios y sociales, pues claramente no se ha realizado una
evaluación previa con los profesionales.
En la Comunidad Valenciana además
se han sacado un nuevo modelo, que supone por una parte una privatización mucho
más profunda de lo que se dice. Modelo que incide sobre los trabajadores y
sobre los usuarios. Tal y como ha declarado al fín el propio Conseller de
sanidad, tras tiempo de negar la privatización, ha reconocido y afirmado según
su criterio que la sanidad debiera de haber abordado una privatización más
profunda hace tiempo.
Al fin el P.P. reconoce su modelo
de privatización que tanto intentó ocultar y enseña su verdadera cara, la de la
derecha más dura y que de seguir por éste camino terminaran con el sistema
sanitario público tal y como lo hemos conocido.
Este modelo no lo han
reflexionado, es precipitado y desde luego sin ningún tipo de diálogo. Tal y
como lo presentan es imposible, desde el punto de vista de la viabilidad
económica, basado en pies de barro y que ahora encima sabemos que tiene reparos
por parte de los servicios jurídicos. Miren el ahorro que pretenden conseguir
es ficticio y está basado en argumentaciones simplistas sin ningún tipo de
solidez. Lo que pretenden es conseguir liquidez rápida a través de un canon que
deberán de pagar las empresas por adelantado y dos años.
Estamos ante un gobierno que está sobrepasado y cuya
incompetencia y la falta de reflexión y de diálogo la vamos a pagar todos los
ciudadanos. El P.P. no sabe qué hacer, ni cómo hacerlo, pero tampoco acepta
ayudas, salvo adhesiones inquebrantables y están adquiriendo una enorme
responsabilidad pues se están cargando el sistema sanitario público.
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