sábado, 28 de julio de 2012

VIERNES 13, VIERNES NEGRO


OCTAVI TRAVER                                   Levante, 28-07-2012


Aunque pudiera parecerlo, el título de este artículo no trata sobre una de las películas de aquella mítica serie de terror que en las salas de los cines asustaron a medio mundo. El protagonista, Jason Voorhees, murió ahogado en el lago cercano al campamento de verano Crystal Lake y a partir de entonces su destino en la vida fue el aterrorizar (en ocasiones hasta la muerte) a los veraneantes que osaban acercarse. En este caso no llegaremos a esos extremos, o al menos eso espero.

El pasado viernes 13 de julio, será recordado como el viernes negro español. Ese día y por Decreto Ley (la fórmula que entiende Rajoy para gobernar obviando la soberanía del pueblo depositada en el Parlamento), quedaron aprobados los mayores recortes de la historia de nuestro país. Recortes que, como ya nos tiene acostumbrados, no dejaron a títere con cabeza y afectaron de nuevo a los más desfavorecidos: dependientes, desempleados y familias de trabajadores públicos y privados.

A los desempleados les redujo en un 10% las prestaciones que perciben a partir del 6º mes, añadiendo cínicamente que con tal medida se va a “animar la búsqueda activa de trabajo”, una prueba más de que este señor no sabe el país que está gobernando.  ¿No se ha enterado que, justamente, lo que no tenemos y lo que más falta hace en este país es trabajo?

A los dependientes les ha reducido las ayudas que percibían así como ha eliminado el pago de la Seguridad Social a los nuevos cuidadores. A los pensionistas, que si alguien no lo remedia serán los siguientes en notar la tijera en sus pescuezos, ha decretado acelerar la aplicación del factor de sostenibilidad y abordar la anticipación de la jubilación a los 67 años.
De nuevo, también nos ha tocado el turno al colectivo de los Empleados Publicos. La supresión de la paga extra de diciembre, que Montoro anunció usando el eufemismo de “retraimiento de la paga extra, postergada a su inclusión en el fondo de pensiones”, conlleva una rebaja salarial promedio del 7% que sumado al 5% recortado por el gobierno anterior, añadido al equivalente salarial correspondiente al incremento de la jornada laboral y a la reducción a tres días de los llamados “moscosos” (que ya  supusieron una rebaja salarial “encubierta” del 6% allá por los años 80 para compensar una subida de más del 12% del IPC incapaz de asumir por el gobierno de entonces) así como a las diferencias entre el IPC real y el aprobado en la Ley General de Presupuestos durante los felices y prósperos años de bonanza económica suponen una pérdida total de poder adquisitivo en torno al 32 %.

Pero la supresión de dicha paga en unas fechas como las de Navidad supondrá que 2.700.000 de empleados públicos y sus familias reduzcan significativamente las cantidades destinadas al consumo durante dicha campaña que repercutirá negativamente en la recaudación de las empresas, en sus beneficios, en el pago de ese IVA que ahora también vemos incrementado, en el pequeño comerciante, en los grandes almacenes…

Junto a las recientes subidas del IRPF, de los combustibles, de la luz, del agua, del gas, de los impuestos y tasas municipales, etc. y por si quedaba alguien a quién exprimir, aprobaron también la subida del IVA. Impuesto que graba a todos por igual pero que afecta de manera desigual a ricos y pobres. El IVA “normal” ha subido del 18% al 21% (3 puntos que representan un incremento del 16,67%), el IVA "reducido" sube del 8% al 10% (un 25%), el recargo de equivalencia sube del 4% al 5,2% (un 30%) y en algunos casos y de tapadillo en el BOE como en el material escolar, han subido el impuesto del 4% al 21% (sube un 425%) y, sin embargo, ha sido incapaz de subir, un 5% por ejemplo, el IVA que grava a los productos de lujo.

Las medidas aprobadas ese fatídico viernes negro conducirán inevitablemente a un retraimiento del consumo, a una mayor destrucción de empleo provocada por dicho retraimiento y en definitiva, nos llevarán a una mayor depresión económica.

Y lo más grave es que mientras a los dependientes, parados, pensionistas, funcionarios y resto de trabajadores, a los ciudadanos que cumplimos religiosamente con nuestras obligaciones tributarias, nos crujen a impuestos, a recortes, a mermas en nuestro estado del bienestar, este mismo Gobierno aprobó una amnistía fiscal que permitirá a los defraudadores, delincuentes, ladrones, etc. legalizar el dinero que han obtenido por sus actividades delictivas.

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