AURORA MARTÍNEZ Mediterráneo, 01-06-2012
Comparto plenamente la postura de la portavoz del
PSOE Elena Valenciano cuando
cuestionó el nombramiento de Federico
Trillo-Figueroa y Martínez-Conde, como embajador de España en el Reino
Unido de Gran Bretaña. Pensemos que Trillo se ha de medir con el Duque de Alba, embajador de Franco durante la guerra civil española
y con el mismisimo Fraga Iribarne,
entre los años 1973 y 1975. ¡Ahí es nada!.
El Sr.
Ministro de AA.EE. y Cooperación, el Sr. José
Manuel García Margallo, declaró que a partir del inicio de su ejercicio
como Ministro, nombraría solo como embajadores a aquellos miembros de la
carrera diplomática, reservándose algunas embajadas para embajadores
“políticos”, cual debe ser el caso del Sr. Trillo
etc., etc.,.
El Ministro
español después de que elogiase la
figura del nuevo embajador en el Reino Unido, contestó a Elena Valenciano con la siguiente declaración: “En algo vamos a
coincidir todos: si algo es el Sr.
Trillo, es extraordinario. Usted sabrá por qué y yo sabré por qué”. Apabullante…
sinceramente. ¿Hacemos un repaso de las hazañas del Sr. Trillo etc., etc.?. Mejor no.
Una de las tareas principales del Sr. Trillo es el asunto de Gibraltar. ¡Pues
se ha lucido!, porque después de que el Ministro Garcia Margallo “sugiriera” a Doña
Sofia que no asistiese a la cena en honor de su prima política Isabel II, con motivo del 60 Jubileo,
por el tema pesquero de Gribraltar, va y los respectivos Ministros de AA.EE. de
Reino Unido y España se reúnen y dicen que son tan amigos y que los “problemillas”
de la pesca entre la Línea, Algeciras y Gribraltar, pues, que mejor que lo
negocien ellos mismos, que ellos, los Ministros y el Sr. Trillo de por medio, van a
lo suyo…
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