sábado, 14 de enero de 2012

¿SON AHORA LOS FUNCIONARIOS EL PROBLEMA?

OCTAVIO TRAVER                                            Levante, 14-1-12
Foro Castelló XXI
Hace unos días estuve hablando con un compañero sobre los recortes que está efectuando el PP sobre los ya minorados sueldos de los funcionarios públicos y de los problemas generados en nuestra Comunidad por la desastrosa burbuja inmobiliaria.  Mi interlocutor resalto que  en aquella época los obreros no cualificados ganaban 3.000 euros en cualquier fábrica o empresa de construcción al tiempo que los empresarios se forraban y vivían en la abundancia, seguidamente lanzó la siguiente pregunta retórica. ¿Alguien se acordó entonces de los sufridos funcionarios que subsistían con sueldos mileuristas?. Entiendo que problema no es que autónomos y empresarios se forrasen o no, que lo hacían. El problema real, y que ahora estamos viviendo con su mayor virulencia, es que los jóvenes de aquellos años abandonaban prematuramente los institutos en busca de esos salarios “fáciles” de 3.000 euros. El problema es que de esos 3.000 € que cobraban sólo tributaban al fisco por el 35 % de los mismos y el resto lo completaban con sobres con dinero opaco y con la realización de innumerables horas extras. El problema es que como estos jóvenes ganaban esos sueldos se compraron pisos de 300.000 €. El problema es que las entidades bancarias les otorgaban hipotecas sobre esos pisos que excedían en un 20%  su valor real, ya de por sí desmesurado, y que con el dinero excedente de la hipoteca se compraban coches de gama media alta, de los de 30.000 € e incluso algunos aprovechaban para hacer un viaje “todo incluido” al Caribe.  El problema grave es que una vez estalló la burbuja, esos mismos jóvenes con baja o nula preparación desembocaron en las filas del paro. El problema es que como habían estado cotizando sólo una pequeña parte del salario que cobraban, el importe al percibir el correspondiente al subsidio de desempleo superó escasamente los 600 €. El problema es que ahora para hacer frente a los pagos de 1.000€ de la hipoteca más otros 600€ del crédito del coche, sólo disponen de unos miserables 600 € y han de echar mano (quien pueda) de la ayuda de la familia. El problema es que aquel piso valorado en 300.000 € y aquel coche de 30.000 € ahora no valen más que 180.000 € y 11.000 € respectivamente por lo que la venta de éstos, de llevarse a cabo, tampoco soluciona el problema. El problema es que esta juventud, abocada a la fuerza al desempleo, ahora se encuentra con el hecho de que a sus veintitantos años no tienen ni oficio ni beneficio y mucho menos disponen de una formación que les permita encontrar algún puesto de trabajo medianamente cualificado, con una remuneración adecuada.
Por otro lado, el problema es que muchos de aquellos autónomos y empresarios que vivían montados en el caballo del Euro fácil, mientras ganaban dinero a espuertas y, como la mayoría de negocios se realizaba en dinero negro (según el sindicato GESTHA la economía sumergida mueve el equivalente al 24% del P.I.B.), no cotizaron por lo que realmente debían cotizar. El problema es que toda esa banda se había acostumbrado a que el dinero les entrara a chorro, y cuando dejó de entrar culparon de ello a Zapatero y enviaron a toda aquella mano de obra no cualificada a engrosar las filas del paro para que papá Estado se hiciese cargo de su mantenimiento, aquél al que le habían negado el pan en forma de impuestos.
El problema estriba en que cuando la economía va bien nadie se acuerda de los funcionarios, cuya labor sostiene el funcionamiento del país y que únicamente ven incrementado su salario en lo que establezca el gobierno de turno en la Ley General de Presupuestos, y siempre por debajo del incremento real de los precios, el IPC.  Ahora cuando todo va mal, los funcionarios pasan a ser unos privilegiados que tienen trabajo y sueldo fijo y se merecen que les recorten sus, ya de por sí, bajos salarios y que les congelen todos los años las subidas salariales mientras el IPC sigue en su camino ascendente. El problema es que cuando el Sr. Rodríguez Zapatero recortó en una media del 5% el salario de los más de 3 millones de funcionarios no sólo afectó a sus ya escuálidos bolsillos sino que sacó de circulación 6.500 millones de euros que se han dejado de destinar al consumo ayudando, con ello, a agravar la situación general.
El problema es que durante los años de bonanza económica los salarios de la función pública se incrementaron siempre por debajo del IPC. El problema es que aquellos sueldos de 150.000 pts., que hace 15 años eran dignos ahora se han convertido en salarios mieluristas. El problema es que hace 15 años una barra de pan costaba 40 pesetas (0.24 €) y ahora cuesta 0.90 € (150 pts.) o sea un 275 % más que entonces. Veamos:  ¿son ahora los funcionarios el problema?

1 comentario:

  1. Cuanta razón en tu artículo, Octavio.
    Y si Zapatero, que era de los "nuestros" (?)ya fué tremendamente injusto con los servidores públicos, qué diablos pueden esperar los funcionarios de la sensibilidad social hacia ellos?

    ResponderEliminar