IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 22-01-2013
Cuando me senté para escribir
este artículo, reflexionando sobre los acontecimientos de los últimos días, la
verdad es que se acumulaban lamentablemente situaciones injustificables y por
las que evidentemente hay que pedir responsabilidades. Repasando nos encontramos
desde el cúmulo de penas e inhabilitaciones solicitados por la fiscalía a
responsables del P.P. en la Comunidad Valenciana, donde cada vez se hace más
necesario exigir no solo trasparencia, si no decisiones contundentes por parte
del presidente de la Generalitat, que no puede seguir ni un día más sumido en
la ambigüedad o como dicen a esperar a las decisiones judiciales, resulta una
obviedad, pues solo faltaría que no se
respetaran. Pero en política la claridad y las responsabilidades deben de ir
más allá, pues las actuaciones deben de ser ejemplarizantes y la situación está
llegando a tal punto que para generar credibilidad ante los ciudadanos es
necesaria una regeneración contundente y un cambio en las actitudes.
A ello se suma lo que podemos denominar
el caso Bárcenas, todo parece indicar que acumulo una fortuna difícil de
justificar y según se ahonda en el proceso cada vez se complican más las cosas
, desde el P.P. deben de aclarar todas las dudas que se están generando y deben
de abrir además una investigación que clarifique estas situaciones y desde
luego se produzcan las responsabilidades a las que hubiere lugar de forma
inmediata.
La vida pública no puede estar
salpicada de estos elementos que distorsionan el normal funcionamiento de las Instituciones
y provoca un alejamiento de los ciudadanos de la política y de los políticos.
En nombre de la honradez, la ética, la legalidad y la política con mayúsculas
hay que exigir explicaciones, trasparencia y medidas contundentes.
Junto a todos estos lamentables
acontecimientos, se siguen tomando por parte de los gobiernos del P.P.
decisiones que suponen cada vez más recortes en derechos y que llevan a enormes
problemas a los ciudadanos, que ven como cada vez tienen mayores dificultades
para acceder a prestaciones sociales que antes tenían garantizadas. Así los
discapacitados tendrán que copagar por diversas prestaciones ( medicamentos,
prótesis externas,..), de las que hasta ahora estaban exentos y que sin duda se
agravara más la situación de estas personas, que a su problema de base deberán
de unir los recortes que les han implantado desde el P.P. de forma injusta y
que les dificultara acceder a derechos previos. Resulta terrible e
injustificable.
Otro ejemplo es el cierre de
servicios de urgencia, que salta a los medios tras el cierre de 21 puntos de
urgencia en Castilla la Mancha, que afectara a más de 120.000 personas, pero
quiero recordar que estas medidas ya se tomaron en nuestra Comunidad este
verano en 4 poblaciones de la Marina Alta y resulta muy preocupante que en la
actualidad cuando se le pregunta al Conseller de sanidad, contesta con una
ambigüedad que genera más preocupación y que deja entrever la posibilidad del cierre de algunos servicios de urgencias.
Se afectaría a la seguridad de
los ciudadanos, generará miedo, inseguridad, incertidumbre, dolor e impotencia
ante medidas que pueden poner en riesgo la salud de las personas y que recaerán
sobre los más necesitados los
mayores, los enfermos y las zonas rurales.
Todo ello supone un enorme
retroceso de años en muchos sentidos.
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