IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 3-01-2013
Cuando ustedes lean éste artículo
estaremos ya en el año 2013 y sin duda las perspectivas para el mismo no son
halagüeñas. Bastaría con haber escuchado al presidente Rajoy en su
comparecencia ante los medios de comunicación, para ser conscientes del difícil
año que nos espera, entre otras razones porque el P.P. esta empecinado en una
política de ajustes y de recortes que nos esta llevando a una situación
económica y social cada vez peor.
Nuevamente estuvo escaso en la
autocrítica e incidió en el recurso a la herencia recibida, que ya casi nadie
lo justifica, pues evidentemente tras un año de gobierno, las responsabilidades
las tiene que asumir quien tiene la capacidad de tomar las decisiones y el
mandato de los ciudadanos para así hacerlo. Sería difícil encontrar un gobierno
que en un año hubiera destruido tantos avances y derechos sociales y hubiera
empeorado las condiciones en general de los ciudadanos en cualquier parámetro
que se quiera comparar con respecto a la situación de hace un año.
Ciertamente admitió que las cosas
no van como esperaba y así mismo dijo en tono paternalista que comprendía que
la gente estuviera decepcionada y hasta impaciente y resalto la moderación de
la mayoría de la sociedad, dando la espalda con esa afirmación a las múltiples
y continuadas movilizaciones de ciudadanos en defensa de los derechos que el
P.P. esta atacando, siendo uno de los ejemplos más claros las protestas de los
profesionales de la sanidad, sobre todo en la comunidad de Madrid, en defensa
del sistema sanitario público, que el P.P. esta destruyendo en un claro ejemplo
de lo que suponen las medidas ideológicas bajo el manto de la situación actual.
Pidió a la gente paciencia y
comprensión y utilizó nuevamente el argumento de la inevitabilidad y el que sus
soluciones son las únicas que se pueden adoptar en un determinismo
absolutamente alejado de la realidad y con las consecuencias que estamos
viviendo. En algún momento comento su disponibilidad al diálogo, pero
lamentablemente esas palabras quedan alejadas de la realidad, de los hechos,
algo parecido a lo que ocurre en la Comunidad Valenciana donde el presidente
Fabra, por más que se ha insistido y ofrecido desde el P. Socialista a través
del secretario general Ximo Puig, la respuesta ha sido el silencio y
personalmente creo que es como consecuencia de la incapacidad política y de la
consciencia de ser un gobierno intervenido y sumiso a las decisiones del
gobierno central.
El P.P. sigue alejado de sus
compromisos con los ciudadanos y si eso es así a nivel general, en nuestra
comunidad la situación lamentablemente es peor, a pesar de que intentan
presentar una situación que no se corresponde con la realidad. Recuerden que
hace unos días se presento el informe de la S. de Comptes y uno de los datos
que se pueden obtener es que la deuda, más los compromisos de gastos con cargo
a ejercicios posteriores superan los 80.000 millones de euros, no hace falta
mucho comentario. Insisto esta situación es necesario afrontarla conjuntamente
con diálogo y consenso.
El P.P. esta provocando una auténtica ruptura social, es evidente que hay que cambiar de políticas para evitar el sufrimiento actual de los ciudadanos.
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