POR FIN, PGOU

AMPARO MARCO                               Mediterráneo, 09-01-2013

Castellón tendrá un nuevo Plan General de Ordenación Urbana. El equipo de gobierno municipal se ha decidido, por fin, a acometer el gran proyecto de transformación que necesita la ciudad para crecer con perspectiva de futuro en el siglo XXI. Y digo “por fin” porque el Partido Popular ha estado alargando la agonía a una situación de colapso, después de que el Tribunal Supremo sentenciara, en 2008, que el planeamiento urbanístico que se había aprobado ocho años antes era nulo de pleno derecho. Hemos perdido cuatro años decisivos.

Primero fue Fabra, cuando era alcalde, el que se empeñó en negar la evidencia y en rebatir las propuestas sensatas de que era tiempo de acometer la redacción de un nuevo PGOU. Luego vino Bataller y siguió el patrón de comportamiento político que le había dejado en herencia el ahora jefe del Consell. Palabras, palabras y más palabras para defender lo indefendible. Los populares se han negado a admitir lo que se les decía desde la oposición con mejor juicio. Una cabezonería que está costando mucho dinero a la economía local.

Los socialistas de Castellón hemos insistido, una y otra vez, en la necesidad de impulsar un nuevo PGOU. Ahí están las actas de los plenos municipales, en las que se atestigua cómo hemos tratado de abrir los ojos a un equipo de gobierno enrocado y sordo ante las propuestas racionales de los demás. Bataller, mal asesorado y poco ducho en la gestión urbanística, actúa a golpe de autos judiciales, que le han obligado a asumir lo que tanto se ha empeñado en negar.

Lo peor de todo es que está demostrando una sensibilidad nula cuando se afronta un gran proyecto de ciudad. El alcalde, no solo no reconoce que hemos sido los grupos de la oposición los que hemos liderado la reivindicación del nuevo modelo urbanístico, sino que ahora trata de dejarnos al margen del proceso de revisión. El lunes anunció la convocatoria de foros para recabar la opinión ciudadana sobre el PGOU, sin ni siquiera tener el detalle de informar a la oposición, ni en la Comisión de Desarrollo de la Ciudad ni en la Junta de Portavoces. Al día siguiente y casi por obligación. Un estilo de política cuestionable.