NUÑO JIMÉNEZ
Los
amiguitos del alma de Camps, el Bigotes y los de Gürtel, se han paseado durante
casi una década por esta Comunidad. Ahora empezamos a entender que no hacían
más que trabajar para algo superior, que era la eterna presunta financiación
ilegal del partido con mayor poder en este país. Con total impunidad fueron
participando de aquellas actividades que fueran financiadas por todos con
fondos públicos y cuyos finales ruinosos todos conocemos.
El Bigotes también estuvo en Castellón,
presente en la celebración del ascenso de C.D. Castellón a 2ª división.
Y si estuvo, no fue por cariño a unos colores. Como tampoco lo ha demostrado
quien saltaba desde el balcón del Ayuntamiento de Castellón, quien después como
alcalde que este mismo Club cayera a 2ªB y que posteriormente, ya como
presidente de la Generalitat abandonó en 3ª división sin aval de unos miles de
euros.
Hoy
sabemos que los avales que Camps firmó a los clubs más representativos de la
C.V., excepto al Villareal, que junto al Valencia blindó con contratos de
retransmisiones ruinosos para Canal 9 por valor de más de 300 millones, van a
ser clubs rescatados por la Generalitat,
el Valencia CF con 87 millones y hasta un total de deuda de 118 millones para
Hércules y Elche.
¿Pero
por qué debería sorprendernos que Alberto Fabra y la administración impagadora
que representa volviera a olvidarse de Castellón? Si para algunos ser
originario de Castellón es suficiente para garantizar los intereses de la
ciudad. Basta recordar que el TRAM es la única infraestructura de transporte
promovida por la Generalitat Valenciana que está siendo financiada en gran
medida por el propio Ayuntamiento, o que el Centro de Convenciones de Castellón
(el CCC) aún no ha sido descartado por el alcalde Bataller, sabiendo que no
recibirá financiación alguna de la Generalitat como sí lo hizo Valencia con su Ciudad
de las Artes o Alicante con su Ciudad de la Luz, junto a sus respectivos TRAMs
urbanos e interurbanos.
Parece ser que al ser los últimos de la fila,
no llegamos a tiempo y nos toca asumir los costes. Por ello, la maqueta del CCC
descansa el sueño de los justos en el Patronato Municipal de Deportes. Y es
aquí donde se gesta el último de los grandes proyectos para Castellón, la
mejora de pistas y edificio de atletismo Gaetà Huguet. Un proyecto que sin ser
consultado, ni siquiera a su Junta Rectora para ser mejorado con sus
aportaciones, está llamado a ser el proyecto estrella de la presente
legislatura en Castellón. ¿Deberíamos
pensar ahora que la Generalitat se acordará de nosotros? Más bien al contrario: parece ser otro proyecto ejecutable en 3 años para llegar a tiempo a unas
elecciones. Puesto que ni es el mejor momento para que lo financie la
Generalitat, ni supone crear un verdadero Estadio, ni aprovecha el espacio
disponible para ello, ni para mejorar
accesos, ni para aprovechar el amplio parking existente. Con una
financiación que acabaremos pagando a crédito desde Castellón, no asegura el
uso exclusivo de la cerámica propia. Olvidamos también que es necesario también
que el centro de tecnificación de Penyeta Rotja sea un centro dependiente del
Consejo Superior de Deportes en que se pueda culminar la secundaria. Un estadio emblemático por su cerámica a la
entrada de Castellón y su capacidad de organizar competiciones es un proyecto
que todos los que hemos practicado este bello deporte deseamos para Castellón.
Pongamos las primeras piedras para que sea posible su máxima aprovechamiento y
todos los castellonense se sientan identificados y no una rémora más de los
costosos proyectos inacabados para Castellón.
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