IGNACIO SUBÍAS Levante, 31-07-2012
Hace un año que comenzó su
andadura el nuevo gobierno Valenciano, presidido por el señor Fabra. Es verdad
que éste año es el último de 17 años de gobierno del P.P. en la Comunidad y por
lo tanto de responsabilidades compartidas, que no asumidas, de un mismo partido
político, cuya herencia son ellos mismos y las consecuencias el desastre que
todos conocemos y padecemos, en el que han sumido a nuestra comunidad.
Tras mucho tiempo de engaños, de
no reconocimiento de los problemas, de victimismo, de una fuerte política
mediática basada en campañas y afirmaciones alejadas de la realidad, de frases
grandilocuentes, tales como “ seremos los primeros en salir de la crisis,
porque aquí se han hecho las cosas bien “, de prepotencia donde nunca han
querido llegar a acuerdos, ni han propiciado el mínimo intento de diálogo, de
despilfarro donde no les importaba gastarse lo que no se tenía, pues nunca
priorizaron. Pues bien tras años de ineficaz e ineficiente gestión de los
recursos públicos, entre otras razones porque lo público no es su prioridad
pues no creen en ello, como digo hemos llegado a éste último año de presidencia
del señor Fabra.
Año en el que ha seguido
aumentando el paro, creciendo la desesperanza entre los ciudadanos y donde la
pobreza comienza a apoderarse de sectores de la sociedad llegando a situaciones
límites y tremendamente preocupantes, donde hemos perdido la capacidad
financiera, habiendo desaparecido nuestro tejido de cajas y banco, donde los
sectores productivos no han visto ni sentido el apoyo del gobierno Valenciano,
que ha sido incapaz de tomar medidas dinamizadoras. Así mismo en los últimos
días contemplamos como están dispuestos a cargarse el Estado Autonómico, Estado
que tantos derechos y mejoras han conseguido para los ciudadanos. Qué no decir
de los derechos sociales relacionados con el Estado del bienestar, ése que nos
ha permitido alcanzar derechos ciudadanos, por el que podamos acceder a la
forma que tengamos de vida de la manera más libre posible, así como tener las
mismas posibilidades de acceso y utilización de los servicios públicos. Como la
sanidad, la educación, la dependencia, la cultura, los servicios sociales.
Servicios que se han visto
atacados durante éste año, con medidas que inciden tanto sobre los trabajadores
con pérdidas y recortes muy duros tanto
salariales como laborales, que dificultan el trabajo cotidiano y desde luego
con medidas que suponen pérdida de derechos y oportunidades para los
ciudadanos. Tales como el copago sanitario, recortes de servicios, privatizaciones
progresivas, subidas de tasas universitarias, suspensión y recortes en la ley
de la dependencia, recordar que en nuestra comunidad podíamos tener el doble de
dependientes que percibieran prestaciones, pero el boicot y la incapacidad del
P.P. lo han impedido. Igualmente están hundiendo a empresas, farmacias,
proveedores, asociaciones por que no les pagan.
Esta breve radiografía de las
medidas con las que el P.P. esta castigando a los ciudadanos de nuestra
comunidad, intenta ser un grito de reflexión y una llamada al diálogo y al
consenso. Los ciudadanos lo piden y los políticos, básicamente quienes
gobiernan, no pueden hacer oídos sordos. La incapacidad y la miopía política
esta provocando un alejamiento de muchos ciudadanos de la misma. Pido que recuperemos
la capacidad de diálogo, el valor de la política, pues solo desde la política
se saldrá de ésta crisis. Hay que dinamizar la economía, asegurar los servicios
públicos, pues solo con recortes no se saldrá, si no que se profundizará más la
crisis.