IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 11-12-2012
No han pasado muchos días desde
la dimisión del Conseller de hacienda, cuando el presidente Fabra ha decidido
una profunda remodelación del gobierno Valenciano. Se produce cuando se están
debatiendo los presupuestos para el año 2013. En una situación como ésa, es
injustificable un cambio de gobierno y solo se puede explicar por el
reconocimiento claro del fracaso de las políticas del gobierno Valenciano, en
las que evidentemente una gran parte de la responsabilidad la tiene su máximo
representante, el presidente.
Cómo se puede justificar, que
quienes presentaron y defendieron unos presupuestos hace poco más de un mes, ya
no estén para llevarlos adelante. Presupuestos que dijeron que eran ajustados a
la realidad y que eran los únicos posibles, pues bien quienes dijeron eso, ya
no están en un buen porcentaje.
Una de las mayores críticas que
hemos realizado al gobierno del P.P. ha sido los ataques que han llevado a cabo
contra los servicios públicos, que afectaban a derechos tales como la sanidad,
los servicios sociales, la educación... A pesar de la defensa Numantina que ha
realizado el P.P. de las políticas privatizadoras y de mercantilización de
dichos servicios, curiosamente en este tsunami que ha llevado a cabo el señor
Fabra sobre su gobierno, se ha producido el cese de los responsables de sanidad
y de servicios sociales y ahora deberán de gestionar unos presupuestos anti
sociales e irreales Consellers que no los han trabajado, que no los han
propuesto, ¿ Cómo lo van a hacer ¿ O es que asumen las políticas previas
directamente.
Si fuere así esto no sirve de
nada y es simplemente un cambio de caras para intentar ganar tiempo, tiempo que
los ciudadanos no tienen, pues la situación es crítica y las medidas no pueden
esperar y si solo persisten en los recortes y en la contención del gasto, los
problemas seguirán creciendo. Esto no es tanto una cuestión de nombres, que
también, si no de tipo de políticas. Yo me pregunto por ejemplo, que hará el
Conseller de sanidad ante el modelo que presentó su antecesor. Modelo que se
presentó tras el fracaso de uno anterior tan solo cinco meses antes y el
presentado a finales de septiembre, resulta confuso, no se ha profundizado en
el mismo y sin duda en su presunto desarrollo supondría una mayor
privatización.
Qué decidirá el nuevo Conseller,
intentará seguir adelante o retirarlo nuevamente y plantearse un modelo público
que intente recuperar los fundamentos de la Ley General de Sanidad, no
tardaremos en saberlo.
El presidente Fabra, ha vuelto a generar una tremenda
incertidumbre en el peor momento, no soy capaz de recordar un cambio de
gobierno en profundidad durante el debate de los presupuestos y encima intentar
dar sensación de normalidad. No es posible, es un signo de incapacidad y de
fracaso. Tendremos que afrontar tiempos difíciles y vuelvo a repetir la
necesidad de acuerdos y de diálogo entre los partidos políticos, los agentes
sociales y económicos. Si el P.P. no cambia de políticas todo se complicara
más, miren lo que esta pasando con la sanidad, cómo los profesionales y los
ciudadanos están diciendo basta ya a las políticas de privatizaciones. El
presidente Fabra deberá plantearse una nueva forma de hacer las cosas, pues si
siguen por el camino que han tomado, no nos llevarán a ninguna parte.
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