miércoles, 2 de julio de 2014

CD CASTELLÓN

AMPARO MARCO                                        Mediterráneo, 02-07-2014


El fútbol no es solo un deporte, es también el estado de ánimo de una ciudad, el símbolo de las aspiraciones de un territorio, una ambición colectiva que nos une y también un proyecto de lo que queremos ser en el futuro. Si las señas de identidad de una ciudad son fuertes, tendremos más posibilidad de triunfar en otros ámbitos de la realidad. Si estamos orgullosos de lo propio, seremos capaces de avanzar y lograr los objetivos que nos impongamos.

Por eso, la crisis en la que está sumido el CD Castellón no solo tiene consecuencias en lo deportivo, anclados como estamos en ese infierno de la Tercera División, sino que va más allá. Castellón, la ciudad, siente la ausencia del liderazgo emocional de hace unos años, cuando el club aportaba felicidad colectiva y era la carta de presentación de la ciudad fuera de nuestras fronteras.

Hoy el desánimo está ganando el partido. La afición, el verdadero corazón del CD Castellón, siente que el ciclo de la Historia está cerrándose. Los gestores de la última década han llevado a la institución a un lugar muy cerca del desastre.
Sin respaldo social y sin apoyo de las administraciones públicas, el Castellón se hunde cada vez más en la miseria.

Es más necesario que nunca recuperar el espíritu de victoria que alumbró aquel glorioso Castellón. La responsabilidad está en manos de todos. No esperemos más.

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