IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 17-06-2014
Estamos viviendo una etapa de
cambios importantes, desde diversos puntos de vista. Es verdad que hemos vivido
posiblemente durante los últimos 35 años, los más estables de la historia en
cientos de años en nuestro País y sin duda se ha debido al consenso y la
búsqueda por parte de los actores que escribieron el relato por un bien mayor y
estable. Dichos actores fueron entre otros los representantes políticos de
diversas tendencias, que fueron capaces unos de ceder y otros de aceptar en sus
concepciones ideológicas, ciertas premisas para llevar adelante a un País, que
saliendo de una larga etapa de dictadura se conformara en un País democrático,
libre y que se pudiera iniciar y después consolidar un País moderno, que
intentara entrar en las denominadas sociedades del bienestar.
Los actores, no solo fueron los
representantes políticos, también los agentes sociales, sindicatos y muy
claramente la sociedad mayoritariamente en su conjunto, capaz de ver el reto al
que nos enfrentábamos y priorizar en lo que debían de ser los objetivos a
afrontar. Sin duda fueron momentos de ilusión e incertidumbre inicialmente,
difíciles también, pero que la sociedad tenía claro que debían de superar para
consolidar la democracia y las libertades que durante tantos años nos habían
sido robadas.
Tras ese inicio, llamado
Transición, de la que somos herederos y que personalmente creo que nos
debiéramos de sentir orgullosos, por muchas razones, el País se fue
consolidando y la implicación de los ciudadanos era mayoritaria, cada uno desde
sus diversas perspectivas. Fuimos capaces sorteando múltiples dificultades,
tales como políticas, económicas, sociales de ir conformando un estado de
derecho con libertades individuales y colectivas, con normas y leyes que
crearon por ejemplo una sanidad universal y equitativa, una educación
universal, unos servicios sociales con incremento de derechos para los más
desfavorecidos, un crecimiento del País generando expectativas razonables a la
gente.
Una vez dicho esto, el paso del
tiempo y por lo tanto nuevas generaciones y las circunstancias tanto las
globales con una crisis muy importante y la recesión correspondiente y sin duda
las particulares de nuestro País y de la Comunidad Valenciana, donde en los
últimos tiempos la gente tiene múltiples problemas, tales como el paro que
afecta a muchas capas de la sociedad, recordando cómo se ceba con los jóvenes,
rompiendo expectativas de futuro y llevándoles a tener que buscar soluciones
fuera de nuestras fronteras o la pérdida de derechos sociales que se creían
consolidados o los problemas con la vivienda, los desahucios, o la corrupción
que afecta a responsables públicos generando descrédito y desafección. Todo
ello está llevando a mucha gente a pedir nuevas formas de hacer las cosas.
Desde el respeto y la asunción de la herencia de la
transición y muchas de las etapas posteriores, pero igualmente desde el
reconocimiento de los problemas actuales, hemos de ser capaces, por la
estabilidad en dar soluciones a los problemas de los ciudadanos, escuchando,
abriendo caminos en este nuevo tiempo al que hemos de dar entre todos
respuestas.