IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 26-11-2013
Algunos recordamos otra época,
donde vivíamos en un País en blanco y negro, en el que no se hablaba más de lo
que se podía por miedo, donde las libertadas estaban cercenadas, donde el
acceso a la sanidad o a la educación estaban limitadas por razones económicas,
donde la caridad intentaba suplir a los derechos, donde no existían derechos de
reunión o de manifestación, donde existía una asignatura que se llamaba
formación del espíritu nacional, donde las mujeres carecían de muchos derechos,..
Este País, esta sociedad fue
capaz de cambiar de forma progresiva y en no mucho tiempo y se recuperaron
libertades, se ampliaron derechos en muchos sentidos y progresamos como
sociedad y lo conseguimos entre todos, siendo capaces de entrar dentro de las
denominadas sociedades del bienestar y nos convertimos en una sociedad plural,
libre, donde mejoramos nuestra posibilidades de acceso y utilización de
servicios básicos. Los derechos se impusieron a la caridad y la gente tenía
expectativas de futuro y podía creer en sí mismos y en una sociedad más justa y
solidaria.
De repente, en poco tiempo, con
el argumento de la crisis que nos azota, los gobiernos conservadores, como el
P.P., comienzan a decirnos que la situación es insostenible, que hemos vivido
por encima de nuestras posibilidades y que no hay más remedio que asumir las
medidas que están tomando, esas que denominan de ajustes y que en realidad son
tremendos recortes, basados en criterios ideológicos que están llevando a
retrocesos importantes en derechos.
Podemos perder derechos civiles,
si siguen adelante con la nueva ley de seguridad ciudadana, que supondrá
tremendos recortes en libertades. Están intentando implantar el miedo ante la
discrepancia, que nos hace regresar a otra época. Qué no decir de las tasas
judiciales que llevan ya un año desde su implantación y que nos hace desiguales
ante la posibilidad de acceder a la justicia o las tremendas medidas que han
tomado que afectan a discapacitados y dependientes, cargándose la ley de la dependencia
o implantando tremendos copagos que dificultan el acceso a medicamentos o los
diversos copagos en sanidad que afectan a las personas mayores a pensionistas,
enfermos crónicos y hasta a los enfermos
graves, todo ello junto a la exclusión de aquellos que tienen más problemas.
Se esta rompiendo la equidad
progresivamente, la propia OCDE avisa de su preocupación ante la situación que
se esta creando en nuestro País, evidentemente como consecuencia de los
recortes. Así mismo la educación y la cultura son otros pilares que se ven
afectados duramente y que suponen un tremendo paso atrás. Estos días sentía
impotencia cuando escuchaba que se iban a poner unos objetos cortantes en las
vallas de separación en Melilla.
Este breve repaso, provoca cuando menos preocupación y
nos debe de hacer estar alerta ante las medidas ideológicas que nos están
llevando a pérdida de derechos que esta sociedad había conseguido con esfuerzo
y consenso. Debemos de trabajar para que no cercenen lo que tanto costo
conseguir y dependerá del esfuerzo colectivo.