IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 11-06-2013
Hay quien dice que gobernar es
resistir, sin duda una afirmación que no comparto como concepto, pues gobernar
debe de ser intentar cambiar las cosas que no funcionan, es priorizar, es
defender y recuperar derechos e intentar mejorar la calidad de vida de los
ciudadanos. Todo desde la trasparencia, la participación, el diálogo y el
consenso. Como verán no digo la honradez, pues yo entiendo que la honradez no
puede ser algo añadido al comportamiento de la gente en general y sobre todo
cuando se es un cargo público, cuyo dintel debe de ser más estricto, por
razones obvias, pues estamos hablando de servicio a los ciudadanos. Como digo
la honradez debe de ser un atributo que se le supone a quien se dedica al
servicio público. Cuando tiene que ser resaltada como una virtud es que algo no
funciona adecuadamente..
El P.P. esta aplicando la norma
con la que comenzaba este artículo y está intentando resistir como sea y a
costa de muchos recortes en derechos, a decidido cerrar la muralla, meterse
dentro del castillo, de su castillo e intentar capear el temporal. Mientras
tanto la gente esta fuera de esas murallas, al descubierto pasando penalidades,
no sabiendo en muchas ocasiones que hacer para vivir con normalidad y sin saber
que pasará con el trabajo, las pensiones, el derecho a la salud a la educación
o a las prestaciones sociales, muchas sobre todo pequeñas empresas no saben si
podrán sobrevivir, hay gente que esta fuera de la muralla que tiene que
priorizar entre comprar medicamentos o comer y otros no saben si podrán acudir
a la universidad o los enormes problemas de los dependientes, los
discapacitados o los inmigrantes.
Mientras tanto los que están dentro
de la muralla siguen sin querer enterarse de lo que pasa fuera y cuando alguien
les dice que hay que abrir las puertas, para hablar con los de fuera e intentar
solucionar sus problemas, la respuesta suele ser negar la realidad y como he
comentado en tantas ocasiones no se soluciona el problema que no se reconoce.
En una de esas reuniones que
tenían dentro del castillo, ellos solos, el jefe les decía que están haciendo
lo que hay que hacer, que están haciendo las cosas bien, para justificarse
incidía en que en que no se podía gastar lo que no se tiene, cuando la realidad
es que previamente habían despilfarrado y no habían priorizado. Lamentablemente
los de fuera seguían pasando problemas y los de dentro no salían y querían
seguir resistiendo y no eran ni capaces de decirles a algunos de los suyos que
no podían seguir con responsabilidades públicas aquellos con presuntos casos de
corrupción a sus espaldas y el responsable decía que no le temblaría el pulso,
pero no hacía nada y esperaba ante la estupefacción de la gente y el clamor
fuera de la muralla.
En fin, es necesario abrir las puertas, que entre el cambio necesario que deje las puertas abiertas y se recupere la dignidad en las instituciones y los derechos para los ciudadanos.
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