IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 08-04-2014
Titulo así este artículo siendo
beneficioso en el término y por no ser más duro con algunas de las afirmaciones
y de las situaciones que hemos vivido estos días.
Empezaré con el P.P., que
persiste en no dar a conocer a sus candidatos a las elecciones Europeas. Por
una parte se habla de la importancia de estas elecciones, que sin duda la
tienen, pero el partido que esta gobernando en nuestro País y en nuestra Comunidad
es incapaz de nombrar a sus candidatos, es decir saber quienes y qué van a
defender en Europa. Es increíble como los responsables del P.P. aceptan sin
inmutarse los designios del señor Rajoy, de no decir quienes serán sus
candidatos. Así mismo la señora De Cospedal se atreve a afirmar que serán
personas del P.P., que son muchos y válidos. Este argumento es un insulto a la
inteligencia y una falta de respeto a los ciudadanos, que a poco más de mes y
medio de unas importantes elecciones, no se conocen los candidatos del P.P. y
además parece inaceptable el silencio del P.P. ante las decisiones del
presidente Rajoy, cuando, quien y como quiera.
Así mismo el P.P. ha celebrado en
Valencia una reunión intermunicipal. En la misma el presidente Rajoy incidió en
los problemas recibidos, claro que no se debió dar cuenta que estaba en la
Comunidad Valenciana y aquí cada vez que se miran al espejo se ven a ellos
mismos, ellos son la herencia, pues llevan gobernando 19 años. Igualmente
insistió para demostrar su apuesta por los servicios públicos, que no han
cerrado hospitales. Afirmación lamentable y lo que no dicen, son los recortes
que afectan al sistema sanitario y a los servicios públicos que están poniendo
en riesgo a los más desfavorecidos, a los más desprotegidos, los que más
necesitan de la intervención pública y el P.P. se olvida de ellos.
No puedo dejar de pasar, las
declaraciones del Dr Sendín, persona que suele ser sensata y medida en sus
declaraciones, pero que en este caso según mi criterio, se ha equivocado al
proponer un copago ( él esta en contra de los copagos ) o una especie de
castigo, para aquellas personas que utilicen inadecuadamente los servicios de
urgencia o no retiren pruebas realizadas o no avisen de que estando en lista de
espera ya han sido intervenidos por otros medios. No se pueden tomar medidas
que castiguen a los más desfavorecidos, en este caso a los enfermos. La mayoría
de los que acuden a urgencias, no es por gusto y lo que sí que hay que hacer es
potenciar la atención primaria, las urgencias extra hospitalarias, incrementar
los recursos, luchar contra las enormes listas de espera y así se evitarían
múltiples disfunciones.
Luego lo que hay que hacer es mejorar el sistema y no
castigar a los enfermos, que son la parte más débil del sistema y no olvidemos
que la finalidad de la política son los ciudadanos e intentar mejorar su
calidad de vida.
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