IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 22-04-2014
Recuerdan como el P.P. nos dijo
antes de las últimas elecciones, que no subirían impuestos, que no pondrían
copagos, que no realizarían recortes. No es necesario continuar para saber que
no han cumplido y que han realizado una política que nada tiene que ver con lo
que prometieron.
Cómo han justificado sus
incumplimientos y el hacer lo contrario de lo que dijeron, pues con argumentos
como la herencia recibida, que hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades, que el sistema es insostenible y por lo tanto sus decisiones
eran necesarias. En el fondo han aprovechado la crisis para tomar medidas
ideológicas que están suponiendo recortes importantes, que están llevando a
muchos colectivos a situaciones límites y hasta de exclusión social.
Si hay un ejemplo claro de estas
políticas, han sido las reformas sanitarias, con lamentables consecuencias para
todos, pero sobre todo para los que tienen más problemas. Así el Real decreto
Ley 16/2012 que acaba de cumplir dos años desde su aprobación, ha sido el mayor
ataque al estado social y en concreto a los derechos sanitarios. Hemos pasado
de tener un sistema universal, equitativo, solidario y de calidad, a estar
perdiendo progresivamente la universalidad y la equidad y nos están llevando a
un sistema dual.
Los profesionales llevan tiempo
perdiendo derechos económicos y laborales, no se cuenta con ellos y se
encuentran desincentivados y no reconocidos por la administración, cuando son
los que están manteniendo el sistema, igualmente hay una total falta de
participación de los ciudadanos. Sin duda, la aplicación del RD esta teniendo
consecuencias nefastas. Por una parte han introducido el criterio de
asegurado/beneficiario para acceder a la prestación, en contra del criterio del
derecho a la salud como derecho de ciudadanía. Han excluido a ciudadanos, tales
como los inmigrantes sin papeles, en una medida inhumana, que pone en riesgo a
la gente, tal y como demuestran los últimos estudios por ejemplo de Medicus
Mundi o de Odusalud, en los mismos queda reflejado que ha habido personas que
no han sido atendidas o que se les ha indicado que deberán de pagar unas
cantidades por la atención que provocan claramente su exclusión o qué no decir
de esa especie de seguro al que se pueden acoger, pero que queda fuera de sus
posibilidades.
Así mismo se excluye a los
Españoles que no habiendo tenido un primer contrato de trabajo y cuyas rentas
familiares sean superiores a los 100.000 euros o a los que habiendo perdido el
derecho a prestaciones estén más de 90 días en el extranjero. Si a todo ello
unimos los diversos copagos, sobre todo a pensionistas, discapacitados y
dependientes, es evidente la clara situación límite a las que se les está
llevando.
Tanto el Ministerio como la Consellería están siendo
incapaces de clarificar las consecuencias desde el punto de vista de la salud
pública de dichos recortes. Aniversario lamentable, en un P.P. que nos esta
llevando a una sanidad más cara para los ciudadanos y con consecuencias para la
salud.
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