AMPARO MARCO Mediterráneo, 29-08-2012
El sector
azulejero, uno de los puntales económicos de Castellón y provincia, está a
punto de ver cómo el Gobierno de Rajoy le pone un palo en las ruedas. En el
momento en el que se atisba una mínima recuperación, cuando las exportaciones
remontan y pueden empezar a mejorar la actividad industrial y, por tanto, la
generación de empleo, el Partido Popular ha decidido imponer una tasa al gas
natural.
Es inaudito y
una muestra evidente de la desconexión de la derecha española acerca de la
realidad económica de Castellón. Lo triste es que los delegados de Rajoy en
esta ciudad y esta provincia no hayan sido capaces de poner sobre aviso al
Gobierno del impacto traumático que tendrá consecuencias lamentables para
nuestra economía.
En un momento
decisivo para impulsar la economía, no se conciben medidas que actúen a la
contra, que sean un lastre para la reactivación de sectores estratégicos. Las
empresas y los trabajadores cerámicos no acaban de comprender por qué se les
castiga con una tasa que gravará la producción y restará competitividad a la
industria de Castellón. Es una decisión que no se entiende.
Los
dirigentes locales del PP deberían comparecer ante la sociedad de Castellón y
explicar lo que están perpetrando sus jefes de Madrid. Los mismos que exigían
agua, AVE, corredor mediterráneo… y un largo etcétera, los que decían que
Zapatero no quería a Castellón ni a la Comunitat Valenciana, deberían dar la
cara y reconocer que es, precisamente, el PP el que más daño está causando a
nuestra tierra.
Los
socialistas de Castellón hemos impulsado iniciativas para frenar la tasa del
gas, en el Ayuntamiento de la capital y en la Diputación, pero tememos que
Rajoy no quiera escuchar la voz que sale desde las instituciones. Creemos que la
crisis se puede vencer desde la iniciativa privada y el esfuerzo individual,
pero siempre con el respaldo general y sin condiciones desde la Administración.
La nueva tasa
al gas natural es una decisión inapropiada, injusta e innecesaria. Confiaremos
en que Rajoy recapacite en el último minuto y no hunda más a Castellón de lo
que ya lo han hecho sus decisiones antisolidarias y sus recortes extremos.