IGNACIO SUBÍAS Mediterráneo, 11-02-2014
Entre las diversas
características de las políticas del P.P. se encuentran el victimismo, la
fuerte política mediática, el no reconocimiento de los problemas, la
privatización de los servicios públicos y los recortes que suponen pérdida de
derechos. Hace tan solo unos días asistimos a una convención del P.P. en
Valladolid, que fue un claro ejemplo de algunas de las características que he
comentado.
Siguieron eludiendo
responsabilidades y una vez más haciendo uso de ese victimismo, no creíble,
pero en el que insisten machaconamente volvieron a recordar herencias y otros
menesteres, en lugar de asumir sus claras y tremendas responsabilidades como
consecuencia de las decisiones que han ido tomando y con las que están ahogando
a los ciudadanos, sobre todo a aquellos que tienen más problemas.
En un ejercicio de alejamiento de
la realidad, intentaron mandar un mensaje, de que hemos salido prácticamente de
la crisis, gracias a las medidas que han tomado e intentando esa confusión que
tanto les gusta entre el gobierno y los ciudadanos. Lanzaron un mensaje de un
optimismo que además de no ser real, resulta insultante para tanta gente que lo
está pasando mal. Solo unos días después de las declaraciones grandilocuentes
de responsables del P.P., nos enteramos que durante el mes de enero se han
incrementado las personas en paro en más de 112.000 personas. Así mismo
insistir en la mejora de la situación cuando los recortes están afectando a
miles de ciudadanos, cuando a los discapacitados y dependientes se les está
poniendo en situaciones de exclusión con los tremendos copagos, que les va a
llevar a dejar de tener prestaciones que recibían o que se lo expliquen a las
personas que tienen que salir fuera de nuestro País, para buscar una vida mejor
y que si se descuidan y pasan más de 90 días pueden perder el derecho a la
prestación sanitaria.
Qué no decir de aquellas personas
que han perdido o están en riesgo de perder su vivienda o la falta de ayuda a
las pequeñas y medianas empresas o a los emprendedores o las inexistentes
ayudas de los bancos con prestamos que pueden necesitar o de los recortes en sanidad, educación o
cultura.
Según estoy escribiendo escucho a
una madre con una hija con una enfermedad rara, que le han rebajado las ayudas
a límites imposibles. A pesar de todo ello, con una sonrisa, el P.P. intenta
lanzar un mensaje sobre que todo va mejor y que dentro de poco lo notaremos.
Evidentemente la incredulidad es patente.
Finalmente no quiero olvidar, la famosa frase de tú,
te callas, dirigida a Rubalcaba. Además de utilizar un modo imperativo, alejado
de formas respetuosas y democráticas . Quizás lo que pretendía el señor Rajoy
es callar la voz y la palabra de la oposición en un gesto autoritario mas
acorde con otra época. El P.P. debiera
tomar decisiones que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.
Mandar callar es de otros tiempos y sin duda no nos callaran.
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